Cómo nació  Río...
En mayo de 2006, durante una visita que realicé al Centro de Estudios Argentino-Canadienses de Buenos Aires, Ana Pfeiffer, su directora, me preguntó si podía estar interesado en mostrar algunas fotos sobre el agua en un congreso argentino-canadiense Espejo de agua, espejo de vida que iba a desarrollarse hacia fines de octubre en Buenos Aires.
Acepté inmediatamente con gran entusiasmo Aun sabiendo que este encuentro de científicos iba a durar sólo dos días. Ana conocía mi trabajo que se presentaba en esos días en la Universidad de Belgrano y en la Manzana de las Luces.
Varias de las imágenes expuestas en ese momento en Buenos Aires mostraban numerosos elementos acuáticos. Sería muy fácil para mí encontrar fotos para este futuro coloquio.
Mi gran cómplice, mi alter ego del otro extremo de las Américas, la que da marco, realza con palabras, hace vibrar, da sentido a mis imágenes, Adriana Ramponi, a quien también invitaban a participar en ese congreso de fines de 2006, con una ponencia no científica sobre el agua, me preguntó si podía dejarse inspirar en algunas de mis fotos “acuáticas” que, según pensaba, debía yo tener en cantidad.
Conocía a Adriana desde hacía algunas semanas solamente. Ella ya tenía la intuición de todo esto.
No podía imaginar entonces, que estábamos abriendo una nueva vía-voz en nuestra colaboración, que podríamos realizar este sueño de ofrecer para ver y para oír el relato de una aventura absolutamente americana, del norte y del sur, del sur al norte que es ¡Río, cuéntame, cántame, devuélveme la vida!.
Desde ese momento, esa exposición de 23 fotos, ese evento que es ahora el poema ilustrado por imágenes y música, circuló en varias ciudades de varias provincias de Argentina, fue presentado en Chile y algo en Quebec.
¿Quién soy?
Vivo en Montreal desde 1967, esa isla depositada, anclada y flotante en el centro del río San Lorenzo, donde habita cerca de la mitad de la población de la provincia de Quebec.
Una isla, no es del todo tierra firme, es un poco una embarcación a la espera de una posible salida.
Oscilando desde siempre entre el deseo de arraigarme en alguna parte y la necesidad vital de salir de mis límites insulares, paso y vuelvo a pasar, desde hace años, río arriba o río abajo, sobre los pasos de aquellos exploradores que recorrieron esta gran rasgadura continental que es nuestro río, ese “gran camino que camina” como lo llamaban los pueblos originarios.
El agua es mi entorno natural: rodeado por ella, flotando en ella, prisionero de ella, propulsado por ella. Así, acumulé aquí y un poco en todas partes, naturalmente, desde hace décadas, captura de instantes, miles de fotos de agua en todas sus formas.
Presento mi trabajo fotográfico en mi propio sitio Web y en un maravilloso sitio de colecciones para la educación denominado “Le monde en images” (“El mundo en imágenes”).
François-Régis Fournier, enero de 2012.
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